ANALISIS
EXTERNO E INTERNO DE LA INSTITUCIÓN
EDUCATIVA ESCUELA NORMAL SUPERIOR “SAGRADO CORAZÓN” CHITA BOYACÁ
Razón social:
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Institución
Educativa Escuela Normal Superior “Sagrado Corazón”.
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Territorialidad:
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Departamento
de Boyacá.
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Municipio:
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Chita.
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Ubicación:
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Sector
urbano.
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Jornada:
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Única.
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Dirección Secundaria:
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Carrera
4 N° 5-28.
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Dirección Primaria:
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Calle
6 con Carrera 4 Esquina.
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Telefax:
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(098)
7892278.
Cel.
3123835501.
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Teléfono Primaria:
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(098)
7892157.
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Correo Electrónico:
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Rectora:
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Sor
Martha Cecilia Durán Díaz.
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Carácter:
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Oficial.
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Modalidad:
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Bachillerato
Académico con Profundización en Educación y Formación Pedagógica. Normalistas
Superiores (PFC).
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Naturaleza:
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Mixta.
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Niveles:
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Preescolar,
Básica Primaria, Básica Secundaria, Media y Programa de Formación
Complementaria.
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RESEÑA
En 1920, el 4 de febrero, por iniciativa
de Monseñor Emilio Larquere, se fundó
en Chita una institución para prestar servicio académico de asistencia y
promoción social a la juventud femenina, bajo la dirección de las Hermanas
Vicentinas o Hijas de la Caridad, invitadas por el fundador y recibidas con
gran complacencia por la comunidad Chitana. La población les brindó todo su
apoyo para cumplir con esta labor educativa y social, bajo el nombre de “Sagrado Corazón”.
En 1923, el Prelado fundador es
reemplazado por Monseñor José María
Potier, quien le cambió la razón social a la Institución por Liceo”Sagrado Corazón”para señoritas. En
1940 se desempeñó como Rectora del Liceo Sor
Clara Sendoya y en 1950, cuando muere Monseñor Potier, se retira la Religiosa Directora del liceo.
De 1951 a 1955 figuró como Rectora Sor Josefina Prieto, quien con su ardua
labor dejó huellas trascendentes en las jóvenes, a quienes formó integralmente
preparándolas para la vida.
En 1956 los padres vicentinos entregaron
la prefectura de Arauca a la Comunidad de los Javerianos de Yarumal y fue
nombrado como Prefecto Apostólico Monseñor Luis Eduardo García, quien es
reconocido como el fundador de la Escuela Normal, ya que por Decreto No
07 del 1 de enero de 1957 de la Prefectura de Arauca se “ordenó la apertura de
la Normal”Sagrado Corazón” en la población de Chita, Boyacá” y se reafirmó la
presencia de las Hermanas Vicentinas, por petición expresa de los Chítanos.
Asimismo, se reiniciaron los estudios con Grado Quinto de Primaria, y Primero y
Segundo de Bachillerato.
Hoy en dia es una Institución que ofrece
hasta el grado 11º como bachiller académico y
grado 13º como normalista superior. Todo el quehacer de la institución tiene una clara
finalidad: la formación integral de niños y jóvenes, para entregar a la
sociedad promociones de graduados que se desempeñen tanto en el campo de la
educación como en otros campos, o para que continúen la formación profesional,
pero sobre todo que sean seres humanos buenos, honestos, justos y eficientes en
su desempeño, teniendo en cuenta que es una Institución con el carisma de las
hermanas vicentinas.
HORIZONTE
INSTITUCIONAL
Con el fin de
repensar y reconstruir el ser y quehacer de la Escuela Normal Superior “Sagrado
Corazón”, se hace necesario revisar y reelaborar el Proyecto Educativo
Institucional, como bitácora que orienta la institución en su misión formadora
de las nuevas generaciones de ciudadanos y maestros con principios y
convicciones sólidas, que les permita enfrentar los retos planteados por la
sociedad actual. De esta manera se hará énfasis en la pedagogía, el humanismo,
la civilidad, los valores humanos, éticos y religiosos favoreciendo el
desarrollo personal, social, el progreso del pueblo y las comunidades; mediante
el fortalecimiento de habilidades y competencias observables en los egresados.
Con esta finalidad se replantearán igualmente los diferentes componentes o
gestiones, directiva, curricular, administrativa y de proyección social; para
dinamizar y cualificar los procesos formativos, investigativos y de
emprendimiento, en los diferentes niveles educativos que ofrece la institución.
Misión
Formar líderes en el dominio del
saber epistemológico y pedagógico, para el desempeño en los diferentes
contextos educativos, con espíritu crítico e investigativo, garantes del
carisma Vicentino manifestado en los valores de servicio, solidaridad, respeto,
tolerancia y estrategias de inclusión, competentes en lengua extranjera y en el
uso de las ciencias y la tecnología en su quehacer profesional.
Visión
A 2020 la Institución Educativa
Escuela Normal Superior “Sagrado Corazón” se propone alcanzar altos niveles de
calidad sujetos a un mejoramiento continuo, convirtiéndose así en un centro de
innovación e investigación pedagógica, con impacto educativo, laboral y social,
caracterizado por un enfoque humanista-Socio crítico, cuya base son los pilares
de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos
y aprender a ser.
Objetivos y
metas institucionales
Objetivo general. Lograr que en el
año 2019 la Escuela Normal Superior “Sagrado Corazón” culmine concretamente su
identificación, mostrando evidencias de ejecución de un PEI reestructurado, con
nombre propio, orientado por horizontes en proyección, con bases aseguradas por
marcos de referencia conectados con todos sus componentes y en búsqueda de
consolidar una educación integral,
humanista, socio-crítica, cristiana y vicentina.
Objetivos específicos.
·
Procurar que a partir de 2016
la comunidad educativa de la Institución Escuela Normal Superior “Sagrado
Corazón” de Chita Boyacá conozca a plenitud y comience a vivenciar los
principios institucionales que orientan su quehacer hacia el logro de una
educación con calidad, centrada en el estudiante.
·
Conseguir que la IEENSSC alcance el sentido de unidad,
pertenencia y compromiso en cada uno de los entes de la Comunidad Educativa,
como elementos fundamentales en la salvaguarda de un clima escolar agradable
para ejercer la acción formativa de los estudiantes, con la mejor orientación y
compromiso docente, basados en el ejercicio de los valores humanos.
·
Ejecutar las acciones
necesarias para que la IEENSSC
implemente estrategias didácticas derivadas de su modelo pedagógico, orientadas
hacia el desarrollo integral de sus estudiantes y su motivación, a partir del
uso de habilidades meta-cognitivas que les permitan procesos de
autorrealización.
·
Desarrollar proyectos,
actividades y estrategias orientadas para que la IEENSSC logre el suficiente empoderamiento de la Comunidad
Educativa, tanto en la práctica docente como en los procesos formativos y de
proyección comunitaria, garantizando calidad y credibilidad.
·
Demostrar, en el año 2022,
que la IEENSSC vivencia plenamente
los valores humanos, éticos y espirituales que favorezcan la formación de
personas íntegras, capaces de vivir la autonomía y la libertad, de convivir
socialmente en armonía, construir familias ejemplares y responder con solvencia
y eficacia a las exigencias de la sociedad y los desafíos de una profesión; con
sentido reflexivo y crítico, en concordancia con los horizontes institucionales
trazados en este documento PEI.
Metas.
·
Propender por altos niveles
de formación humana, ética, espiritual y profesional, con el fin de aportar a
la sociedad personas competentes, sensibles, honestas y solidarias, que
cooperen en la construcción de la sociedad y en el desarrollo de la comunidad.
·
Propiciar el desarrollo de
competencias comunicativas, cognitivas, sociales, pedagógicas y tecnológicas,
que aseguren la formación integral del Normalista y del maestro en formación.
·
Consolidar la propuesta
curricular desde los referentes de calidad (estándares, competencias,
orientaciones pedagógicas, derechos básicos de aprendizaje, matrices de
referencia y mallas de aprendizaje), con el fin de dinamizar los procesos
institucionales y de aula, coadyuvando así a mejorar la calidad de la educación
en la ENS.
·
Propiciar la evaluación
permanente y los planes de mejoramiento, como herramientas eficaces para hacer
seguimiento a los procesos en las gestiones directiva, administrativa,
académica y de proyección social, y de esta manera asegurar el mejoramiento continuo
en la institución.
·
Fortalecer la participación y
el liderazgo de los diferentes actores educativos (directivos, docentes,
estudiantes, padres de familia, organizaciones públicas y privadas), en un
compromiso común con la educación y desarrollo económico, social y cultural del
municipio.
·
Garantizar la inclusión, el
acceso y la permanencia de los niños y jóvenes que aspiren a estudiar en la
ENS, mediante estrategias de apoyo académico, emocional, económico y de
bienestar, lo mismo que el seguimiento y acompañamiento a las familias para
favorecer la permanencia de sus hijos en la Institución.
·
Fortalecer la Gestión y la
Administración de los procesos, procedimientos y actividades con oportunidad, eficiencia y eficacia,
garantizando así la prestación del servicio educativo a la población escolar de
la IE objeto del servicio.
Principios
y valores institucionales educativos
Fines de la educación colombiana.
Según la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994[1]),
Artículo 5, son los siguientes:
El pleno
desarrollo de la personalidad sin más limitaciones que las que le imponen los
derechos de los demás y el orden jurídico, dentro de un proceso de formación
integral: física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, personal, social,
afectiva, ética, cívica, académica y demás valores humanos.
La formación en el respeto a la vida y a
los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de
convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el
ejercicio de la tolerancia y la libertad.
La formación para
facilitar la participación de todos en las decisiones que los afecta en la vida
económica, administrativa y cultural de la nación.
-
La formación en el respeto a la autoridad legítima y a
la Ley, a la cultura nacional, a la historia colombiana y a los símbolos
patrios.
-
La adquisición y generación de los conocimientos
científicos y técnicos más avanzados, humanísticos, históricos, sociales,
geográficos y estéticos, mediante la aprobación de hábitos intelectuales
adecuados para el desarrollo del saber.
-
El estudio y la compresión crítica de la cultura
nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamentos
intelectuales adecuados para el desarrollo del saber.
-
El acceso al conocimiento, la ciencia, la técnica y demás
bienes y valores de la cultura, el fomento de la investigación y el estímulo a
la creación artística en sus diferentes manifestaciones.
-
La creación y fomento de una conciencia de la soberanía
nacional y para la práctica de la solidaridad y la integración con el mundo, en
especial con Latinoamérica y el Caribe.
-
El desarrollo de la capacidad crítica, reflexiva y
analítica que fortalezca el avance científico y tecnológico nacional, orientado
con prioridad al mejoramiento cultural y de la calidad de la vida de la
población, a la participación en la búsqueda de alternativas de solución a los
problemas y al progreso social y económico del país.
-
La adquisición de una conciencia para la conservación,
protección y mejoramiento del medio ambiente, de la calidad de la vida, del uso
racional de los recursos, de la prevención de desastres, dentro de una cultura
ecológica y del riesgo y la defensa del patrimonio cultural de la nación.
-
La formación en la práctica del trabajo, mediante los
conocimientos técnicos y habilidades, así como en la valoración del mismo como
fundamento del desarrollo individual y social.
-
La formación para promoción y preservación de la salud
y la higiene, la prevención integral de problemas socialmente relevantes, la
educación física, la recreación, el deporte y la utilización adecuada del
tiempo libre.
-
La promoción en la persona y la sociedad de la
capacidad para crear, investigar, adoptar la tecnología que se requiere en los
procesos de desarrollo del país y le permita al educando ingresar a sector
productivo.
Principios generales. La
Escuela Normal Superior “Sagrado Corazón” de Chita está comprometida con la
formación de mujeres y hombres autónomos, que viven su libertad en sus palabras
y sus acciones, con sentido de pertenencia y participación institucional en las
diferentes actividades académicas y extracurriculares. Por tal razón, el
Proyecto Educativo Institucional -PEI- de la Escuela Normal está fundamentado
en los siguientes principios y valores:
Calidad educativa,
cimentada en la eficiencia y eficacia de nuestro quehacer como docentes y
directivos docentes, desde la gestión directiva, académica, administrativa y
financiera. Es el pilar que orienta el desarrollo institucional hacia el
mejoramiento continuo, basado en indicadores de gestión, evaluación,
seguimiento y resultados cada vez mejores en todo sentido.
Innovación, como factor clave para el logro de la
transformación y el crecimiento permanente, fundamentados en el aprender a
conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a vivir juntos, en torno a
la formación integral de los estudiantes.
Investigación, entendida como el proceso mediante el
cual, docentes y estudiantes resuelven los problemas surgidos en el ámbito
escolar, a partir de las necesidades del entorno.
Formar
subjetividades,
a partir del desarrollo, en los estudiantes, de las dimensiones personal,
cognitiva, espiritual y social, para que desde la alteridad reconozcan al otro
y así mismos como personas que, a través de las relaciones interpersonales,
logran encuentros de desarrollo transformador y adecuada participación social
para la convivencia pacífica.
Valores. Se
consideran los siguientes:
-
Saber, comprendido como la
construcción de nuevos conocimientos que surgen de la interrelación entre
docentes y estudiantes a partir de procesos de permanente reflexión en las
prácticas, la formación de pensamiento crítico y construcción de subjetividades
con capacidad de transformar el contexto.
-
Espíritu crítico, desarrollado a
partir de la capacidad de contrastar los diferentes elementos de la realidad y
establecer juicios de valor que permitan al estudiante tomar sus propias
decisiones en las diferentes situaciones que presente el contexto en el que
vive y ser capaz de transformarlas.
-
Carisma Vicentino, que orienta la
formación espiritual del educando y tiene especial importancia en la vida de la
comunidad, pues lleva a asumir en la acción educativa la integralidad aplicada al desarrollo del ser humano, como el
centro del proceso de aprendizaje; el
humanismo, entendido como actitud de acogida, comprensión, acercamiento y
apoyo particularmente al niño y al joven más necesitados; lo socio-crítico, entendido como la competencia del ser humano para
reflexionar y transformar la realidad personal, familiar y social; y el sentido cristiano evangelizador, que
exige conocimiento, profundización, vivencia y celebración de la Fe Católica y
de las enseñanzas de Jesucristo, expresadas como práctica de vida en favor de
los más necesitados y amor al prójimo.
-
Servicio, como actitud del ser
humano dirigida a los menos favorecidos, mediante las acciones de ayuda,
colaboración y entrega en los momentos en que se necesitan.
-
Solidaridad, o capacidad de entrega a los demás, comprendidos como semejantes,
sujetos de derechos y merecedores de respeto y colaboración.
-
Respeto, basado en el reconocimiento
de sí mismo como entidad única y singular, que necesita y quiere comprender al
otro, y por consiguiente valora sus intereses y necesidades.
-
Tolerancia, derivada del ejercicio
propio de la razón humana, que sugiere el respeto y consideración hacia la
diferencia y como disposición para admitir en los demás, una manera de ser y
obrar distinta a la propia, lo cual deriva en aceptación de la pluralidad.
-
Inclusión, derivada de aprender a convivir
dentro de las diferencias. Este es un principio vivenciado en la Institución
Educativa y está soportado en el respeto mutuo, la tolerancia, el humanismo
práctico y la solidaridad, sin distingos de raza, religión, orientación sexual,
género o de algún otro tipo de condición susceptible de discriminación,
buscando que el estudiante sea un agente de reconciliación, de paz y de
construcción de comunidad.
-
Espiritualidad como dimensión de la integralidad del ser, que le da sentido a su existencia y lo prepara para vivir con
dignidad los gozos, los triunfos, los éxitos, así como los fracasos, el
sacrificio, el sufrimiento, el dolor, la enfermedad y los sinsabores de la
vida, como parte inherente de la condición humana.
Perfil del maestro normalista
El
sentido que se da a la educación, en la Escuela Normal Superior “Sagrado
Corazón” de Chita, depende, en gran medida, del valor que tiene la labor
docente para ella. Es así como el maestro normalista es ante todo persona
humana, con principios y valores que hacen de su profesión una necesidad. Es el
maestro normalista quien demuestra, a partir de su continua preparación, que el
conocimiento es dinámico, y por tal razón permite que la crítica, el análisis y
la reflexión sean herramientas generadoras de conocimiento. Asimismo, entiende
la necesidad de aprendizaje de sus estudiantes haciendo del trabajo
colaborativo y cooperativo un mecanismo que facilita la adquisición e
interpretación de dicho conocimiento. La auto-reflexión y comunicación que hace
de su práctica pedagógica, garantiza la búsqueda constante de estrategias que
responden a retos educativos, encaminados a brindar una educación de calidad.
Además, es conocedor del contexto del cual hace parte con una visión real de
sus situaciones familiares, sociales y políticas, para ser flexible, asertivo,
dinámico y buen administrador del tiempo, demostrando en todo momento la
apropiación de su labor. Por lo tanto, el docente normalista hace que todo
proceso de enseñanza-aprendizaje garantice una visión diferente del estudiante
frente a su propia formación.
Perfil
del estudiante normalista. El estudiante normalista es
formado de manera integral a partir del modelo Humanista Socio-crítico, con
sentido de pertenencia institucional que le ayuda a valorar su familia,
institución, municipio y riqueza cultural, con responsabilidad social,
autonomía y convicción frente a la importancia de la educación, con una firme
espiritualidad, cuya base está sustentada en las virtudes teologales (fe,
esperanza y caridad), y con valores éticos que hacen ver en el otro el
sufrimiento de sí mismo, contribuyendo a la construcción de comunidad y el
sostenimiento de la sociedad. A su vez, es conocedor de sus limitaciones, las
cuales le llevan a respetar las diferencias y aceptar al otro como ser único.
El estudiante normalista demuestra, con sus actitudes y buen uso del
vocabulario, capacidad para la solución de conflictos que favorecen la
convivencia escolar, su desarrollo físico, afectivo, psicológico, intelectual,
ético y actitudinal, con firme voluntad, para tomar decisiones sanas y ser
constante en ellas. También demuestra actitudes de liderazgo y autonomía, para
el desarrollo de actividades que requieren de su participación, es promotor de
campañas y programas en favor del cuidado del medio ambiente, es conocedor de
las necesidades de su contexto y tiene habilidades para hacer uso responsable e
inteligente de la tecnología y ponerla al servicio de su propio proceso de
formación.
Perfil del normalista
superior. El Normalista Superior ha recibido una formación
integral, la cual le permite tener una visión diferente de su realidad y
establecer posibilidades para la transformación de su contexto. Asimismo,
cuenta con un sustento teórico, pedagógico y didáctico que facilita su
desempeño y desenvolvimiento en el campo laboral, respondiendo a las
necesidades de aprendizaje de los sujetos a su cargo y permitiéndole proponer
proyectos pedagógicos e investigativos que coadyuven a la consolidación de la
escuela como espacios donde dialoga el saber. A su vez, el Normalista Superior
posee capacidades para implementar estrategias pedagógicas que favorecen el
proceso de educación de niños y niñas en todas sus dimensiones, generando en
ellos el gusto por aprender; es conocedor de lo que enseña y de cómo puede
enseñarlo, reflejando estas habilidades en la planeación de cada una de sus
prácticas pedagógicas y en el dominio de cada uno de los conceptos y
contenidos. Demuestra liderazgo, autonomía, creatividad, innovación y espíritu
investigativo en todas las actividades académicas, comunitarias e
institucionales, reflejando todo ello en su sentido de pertenencia y compromiso
de las responsabilidades que le son asignadas, dejando entrever su grado de
competitividad y profesionalismo. Es constructor y promotor de una cultura de
la paz desde su acción pedagógica, con pensamiento crítico y reflexivo abierto
al cambio y consciente de la responsabilidad que acarrea ser docente.
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